Camino entre espejos disipados
huyendo de perros de destellos.
Las interrogaciones me miran en su sombra:
A sí mismas se atraviesan e idolatran.
A mi lado pasa un gato y es lumbre
y vuelan insectos contrahechos.
Las arañas se multiplican como sílabas
mientras los grillos se trastornan a su nombre.
Las cosas son enigmas rigurosos
que se esculpen en peñas y ventiscas.
Yo soy locuaz sobre todo este riesgo
y le entrego mis dudas a la luna.
La luna me lleva a una bahía calmada
donde me alío con una bella pareja.
Ella no sabe siquiera mi pronombre
y se desmorona sobre el vocablo AMAR
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