jueves, 7 de febrero de 2013

Así es mejor mujer

Así es mejor mujer:
Que no nos reconozcan las islas ni las selvas.
Es mejor que ninguno socave los momentos de dicha
de dos cuerpos que quieren invadirse en la sombra.
Sólos tú, yo, la tierra y el cielo inalterable.
Quiero invadir ahora todos tus fundamentos
y que tu boca arranque los pellejos de la mía.
Quiero que sueltes todas tus furias, tus toxínas
y saques la pimienta que llevas asfixiada.
¡Que la palabra cópula se nos quede pequeña!
Y que nos ayuntemos hasta que el sol detenga
su cofre en los espinos y jamás amanezca!
 
Deshazte del chaleco y déjate el corpiño:
¡ Está hecho de nácar para que yo lo muerda!
Me colaré entonces en tus pechos simétricos
y beberé tu leche como beben los niños.
de las madres que dan ese tierno alimento.
Colocaré mis manos en tus piernas nativas
para explorar y amar tus muslos epopéyicos
¡Y palpar todo aquello que se esconde a la vista!
Palpar la suave íngle donde el ardor comienza
a lanzar su lujuria al alma como dardos!
Y tu tizón muy dulce al que quiero tomar
y enredar con las lianas que dan mis sementeras.
Todas tus oquedades son frutos en un horno
que he de calmar a punta de mi brío tendido
como sacian la sed del caballo los ríos!
Morderé tus cimientos, espigaré tus grutas
como un viento siniestro que llega en las borrascas

a reclamarlo todo, todo para su goce,
aunque deba inmolarse en el mar para ello...
Y no seremos más que dos gemidos pétreos
llenando las colinas de un grito sustancioso.
Quiero que tus caderas se adhieran a mis codos
y tus emanaciones ahoguen mi garganta.
Estamos aquí como tigres heridos
que deben dirimir sus pleitos a zarpazos.
Juntos y movedizos nos emanciparemos
de todos los tabúes que encierran a la sangre! 

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