Sigo a la sombra y las hojas:
Caigo en el centro de sus llagas:
Trato de levantar mis pies: No puedo:
Estoy en su boca abierta y ominosa:
La sombra se ha tragado cien almas:
En cien cepos esas almas se hallan
y bajo ellas, un cerco de tinieblas
que es absorbido por mares subterráneos:
Otros caen a mi lado y mi zurda
siendo lamidos por lenguas diestras:
Abajo de mí: aguas fosilizadas
y una retina de oscuro cancerbero.
Están ahí el silencio y sus olas
moviendo sus infiernos en la nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario