Se muestran sus vacíos.
Rasco mi cabeza
y sangra sobre un manto.
Rasco mis piernas
y manan cicatrices.
Toco la electricidad
y en ella me transformo.
Piso al tiempo:
perforo sus paréntesis.
Palpo el aire:
se alza en manotadas.
Giro a los nortes de la aguja magnética.
Viro hacia los murales que se abren en murmullos:
Oigo las hipótesis de la niebla y al alfabeto en vicio.
Por las páginas de un cuento se extravía un canario.
Suben las poleas y me colocan manos:los cigueñales paren mis muslos y mis sienes.
Un aluvión lejano contiene mi presencia:
reticencias que en el alba se van desbaratando.
Por donde quiera que vago, las cosas se disipan y migran
como pájaros de fuego en el regazo de un relámpago.
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