Colisionamos amor, colisionamos
porque veníamos de diferentes mundos.
Tu ruta ya no era mi ruta
y mis sentidos tenían otras sensaciones.
Andábamos en la liquidación de nuestros pasos
y bajo la demencia de nuestras propias sombras.
Cada quien, sensorial y acucioso
en sus orbes siderales y gratos.
Y cuando nuestros pasos se cruzaron
volvieron a su envoltorio de penúmbra.
Pero yo seguí amandote entre las formas
y era para mí tu sabor solar.
Ahora, sin someras precauciones
lleno de tu universo mi universo
y dejo fuera todo lo lamentable,
para que nos pertenezcamos siempre bajo la misma luz.
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