He ído a cazar mis tigres
a las entrañas de mis cañaverales.
He ído a enfrentar la historia de mis odios
y a mis rabias en sus cuatro patas.
Voy por la ciénaga a caza de mí mismo
a revolcar mi sangre en los metales.
A tajarme y sajarme en el subsolano
y dejar fragmentados mis sentidos.
Seré yo aquello que ya no se tutéa
y que se ha librado de corazón malígno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario