Vete al infierno, miserable.
Danos a todos el bien de tu ausencia.
Deja a las mujeres sacar en paz a sus maridos
sin que teman porque te has sacado las pantaletas.
Con gusto morboso te depilas tras venirte el período
y se va descubriendo el yelmo de tu inmundicia.
¿ Qué no puedes dejar que las esposas anden sin melancolía?
Por qué te desmontas y desnudas en tus sustancias sucias?
Aprende y sé lúcida:Los seres humanos no somos tan sólo elementos
y que tu reputación ya contiene tu nombre.
Antes tenías un Wolfwagen pequeñísimo
y ahora te acrecentas en celo como leona inacabable.
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