¿ Me invita a morir en muerte lúgubre ?
El cenit cruza el cielo de tus ojos:
¿ Es verdadera la forma en que me miras ?
Mirar de ojos que parecen transparentes
donde acampan los sentires de la nada:
Formas azulinas que me observan
más allá del alma y sus rezagos.
¿ Es esa la mirada de invitar al amor
o es una trampa de apariencias elusivas ?
Te asientas en el lugar del muérdago.
Delante de tu cara, asientes sin sonrisas.
No quiero la muerte de un hondo navajazo
ni descender a ciegas a los mares del delirio.
Tramas que se vislumbran detrás de tus pupilas.
¿ No es preciso que me mires y que oscile tu luz ?
Como saliendo del más falso estrago me golpeas:Linterna de falacias y de brillo apagado,
te entregaré la carta de la misma renuncia
que me diste la vez que partiste en bajeles
a una Europa que se mostraba tránsfuga
y a la que huíste, robándote la luna.
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