de raíces apegadas a ternura expansiva.
Pienso en el cobre que absorbe el fondo de tus ojos
en las múltiples sinrazones en que a veces te ríes:
Tu mirar es castaño y suave, de montes, de laderas
de caminos que recorren mis dedos al trasluz
queriendo despojarte del corpiño molesto.
Oblea dorada horneada para mi boca:
pan brillante que quiero consumir para siempre.
En esa plenitud donde alojas tus hombros
deseo adorarte entre mieles y azúcares.
Tu contorno es de claro mediodía adulado:
Al fondo de tus ojos me miras como lince.
Cázame ahora con las cadenas etéreas de tus brazos.
Empújame mar adentro con tu ola atractiva.
Para que caminaras con tus pies en la arena
fue que me hice playa y me extendí ante ti.Suave amor de unos labios de turbar ruboroso
que desatan marejadas cuando a nado te cruzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario